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jueves, marzo 28, 2024

coronavirus Los “testigos” de Odebrecht (1 de 2)

El autor es comunicador. Reside en Nueva York

   Admito que el manejo de los asuntos de carácter legal no es una herramienta de mi uso diario. Por lo que, no me puedo apoyar en el alcance de las normas jurídicas para tratar de sustentar mis pareceres y opiniones. El único instrumento de análisis que puedo usar con propiedad es el razonamiento formal que me enseñaron don Daniel Cabrera Zorrilla (Cabrerita) y don Pablo Martínez, ambos, laureados profesores del ayer.

 Escojo este camino, convencido de que es la forma mas expedita de airear un tema tan peliagudo como es la corrupción desde el Estado mismo. La realidad es que mas allá de lo inmoral que fueron Odebrecht y los gobiernos “socialistas” de Brasil, hubo países de América Latina donde sus gobernantes se prestaron para asaltar el erario público; y que, en esa labor de criminales de lesa humanidad, sobresalió lastimosamente, nuestra República Dominicana. 

Esos facinerosos constructores brasileños, al igual que los comerciantes de la conocida eglesia “Pare de Sufrir”, los estafadores de la engañosa pirámide llamada “TeleFree” y otras tantas estructuras delictivas generadas en ese país de las maravillas, encontraron cómplices nacionales que hicieron posible la instalación de su tinglado criminal en RD. 

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Odebrecht ha estado presente en nuestra nación por más de veinte años. Los forajidos cariocas tocaron, aunque en un nivel mínimo -por el bajo número de operaciones- la administración de Hipólito Mejía; y muy ampliamente, los dos gobiernos peledeístas de Leonel Fernández y Danilo Medina. De hecho, no hay manera legal de separar -y muy a pesar de los esfuerzos del procurador Jean Alain Rodríguez- la responsabilidad en los hechos de estos dos expresidentes; camaradas, socios y amigos, o, mejor dicho, cómplices. 

 

Volviendo al sendero original, lo que me propongo no es justificar la culpabilidad mutua y biunívoca de Leonel y Danilo -algo de lo que nadie tiene dudas- sino, mas bien, poner en contexto una realidad que cada sector se ha encargado de “adornar”, para que sirva a sus intereses particulares. Los leonelistas tienen su verdad, los danilistas la suya, los peledeístas difieren de ambos, los perremeístas se oponen a los tres y desde luego, los americanos juegan con los cuatro. Empecemos por los últimos: 

Los americanos y las reglas vigentes hoy

Debía decir los estadounidenses, pero, se pierde la esencia de lo que significa para el pueblo dominicanos “los americanos”. Como ya el golpe de estado no es la herramienta

útil de antaño, los militares pasaron a un segundo nivel en utilidad. Ahora lo importante es propiciar y mantener un clima de transparencia en las ejecutorias de los gobiernos de los países tercermundistas, habidas cuentas de que ya -para bien o para mal- el fantasma del “comunismo ateo y disociador” no ronda los cuarteles de Latinoamérica. 

El problema de los americanos y sus aliados es que ya el Consejo de Seguridad de la ONU no representa el poder que originalmente se auto asignaron en 1945. Hoy, China es una potencia real; mientras que, Inglaterra, Francia y la derrotada Alemania, sienten la necesidad de caminar al margen de ellos. Rusia, después de su Perestroika y la renuncia a la “dictadura del proletariado”, despide a sus aliados más pobres y levanta su vuelo en solitario. El alicaído Japón, que impuso la lógica contra la pasión y el deseo de venganza, marcha junto a su verdugo y salvador, USA. 

Setenta años de cambios, no sólo transformaron a China. La India, beneficiada con las ansias libertarias de Pakistán y Bangladés, se erige en casi potencia mundial, aunque no militar. Sudáfrica se desprende del apartheid y asoma su cabeza junto a Australia y Brasil como nuevos emergentes. Como se puede notar, ese rancio “derecho al veto” de los ganadores de la Segunda Guerra, ya no es un instrumento exclusivo de los “cinco del patíbulo”. 

Estas transformaciones explican la razón por lo que hoy día, el imperio del Norte lo que demanda es reglas claras en los negocios. Ya el asunto no es militar sino, comercial y, en tal escenario, el BRICS, por ejemplo, tiene cañones más efectivos que el Pacto de Varsovia o la OTAN. Por eso le han dado tan duro a Latinoamérica con el tratamiento de la corrupción desde el Estado. El Norte -tanto en América como en Europa- lo que requiere es claridad empresarial, porque la guerra del momento es comercial.  

Los leonelistas y su FP

Abrigan la esperanza que fue guía de acción de su jefe y mentor, Joaquín Balaguer, “la gente siempre olvida”. Y en base a ese principio, se ha orquestado un proyecto de retorno al poder que nos quiere presentar un candidato renovado e inmaculado, que no tiene compromiso alguno con el pasado. Esto es, evidentemente, una solemne mentira que sólo cautivará a los sectores más atrasados alrededor de la llamada FP. 

El espíritu de esta engañifa es desconocer los aportes que a la corrupción institucional prohijara el doctor Fernández. Primero, exculpándolo de los desafueros de Odebrecht en el país, al encubrir su responsabilidad en las sobrevaluaciones de las obras -que es donde está el 90% del dinero usad para los sobornos- al tiempo que, paralelamente, se hace lucir a Danilo Medina y su PLD, como los únicos corruptos dominicanos.  

Esta “estrategia”, muy propia de los que apuestan a la indulgencia por el simple paso del tiempo, puede que resulte exitosa, porque nunca se sabe hasta que punto llega la postración mental de los pueblos. Pero, deben estar seguros los cómplices del pasado, que tendrán que salir al ruedo de la confrontación pública, a defender cada palmo de ese iluso e irresponsable intento de devolver el tiempo.

Yo reconozco que hay gente de valor en ese proyecto de marras y que cada uno de ellos tiene su razón particular para justificarse, como yo tengo la mía para oponerme. Pero, lo que yo quiero es escucharlos públicamente, no en privado como hasta ahora lo hemos hecho. Esas voces, tan valiosas para mí, deben alzarse y encabezar el debate que tanto necesitamos todos; especialmente ellos que, por primera vez desde aquel 5 de octubre, hoy marchan a la defensiva.  

Los danilistas y el procurador general

Al principio yo no entendía por qué a Danilo Medina, un artesano de la política, con los logros mas sobresalientes del PLD alimentando su currículo vitae, se le ocurre nombrar a Jean Alain Rodríguez como procurador general. En mi razonamiento lineal, esa vez, nunca alcancé a entender que justamente en lo que yo entendía como debilidades del joven abogado, radicaban sus grandes ventajas para ocupar el cargo. 

Con evidente preparación técnica, ambición demostrada y algún nivel de anonimato, Rodríguez resultó el hombre ideal. Es muy cierto que, al final, salió muy costoso, pero, hizo un trabajo excelente para Medina, aunque no le haya pagado con dinero propio sino, con el dinero de todos nosotros. Me atrevo a decir que Jean Alain se merece hasta el último centavo de los más de mil millones de pesos que, afirma la gente, terminaron en su cuenta personal. 

El trabajo de este experimentado abogado en funciones de jefe del Ministerio Público consistió en montar un sainete judicial que centrara la atención de la opinión colectiva, en cualquier parte, menos en el papel jugado por el presidente Medina en la aprobación de las modificaciones o adendas, a los contratos firmados con Odebrecht. Y sin dudas, muy bien que lo consiguió. 

Pero, eso fue temporalmente. Porque ayer y hoy todos nos preguntamos, cómo es que en un negocio de casi seis mil millones de dólares -que fue lo contratado con la firma Odebrecht en el último gobierno peledeísta- sólo se gastaran noventa y dos milloncitos de dólares en el peaje, coimas o como se le llame judicialmente al dinero dedicado al soborno de funcionarios para justificar las modificaciones a los contratos originales.  

Aunque todavía no está montado el escenario para airear -como se debe- este asunto, alguien tendrá que explicar, en un futuro cercano: ¿cómo es que los corruptos nuestros son tan baratos? Cobraron el 1.5% para viabilizar uno de los robos mas grandes que se le haya hecho al pueblo dominicano en toda su historia. Lidiar con esa situación es la tarea principal del PLD, si quiere ser opción real de poder en el futuro. 

En una segunda parte, que prometo para la próxima semana, terminaré de exponer los protagonistas restantes, a ver si el rompecabezas se puede armar en su totalidad.

¡Vivimos, seguiremos disparando!

rolrobles@hotmail.com

 

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